El viento nos ha acercado una mano amiga inesperada, aunque siempre esté ahí tras la ventana. La rama iba y venía, azotada por las fuertes rachas. Con dedos largos como garfios se ha agarrado a nuestra baranda y nos hemos saludado.
Me ha hecho recordar a Ana de las Tejas Verdes (adaptada por Moira Walley-Beckett para una serie de televisión) siempre tan atenta a las señales y escuchando a su intuición. La naturaleza nos abraza y nos escucha. Busca un ancla para amarrarse y contarnos las historias que necesitamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario